Entrevista a Alberto Guerra

Que los lectores se vuelvan locos conmigo

Alberto Guerra se define a sí mismo como un «viejo maldito» y ha encontrado en el universo digital un espacio donde publicar los textos que las editoriales cubanas, a falta de recursos, no le pueden brindar. Internet le ha servido entonces para echar adelante su proyecto Café Naranjo, y compartir sus innumerables Minialbertos. Conocedor de los cambios en el mundo, asegura que, si la literatura pretende sobrevivir a la velocidad con que se vive hoy en día, los modos de contar historias tienen que adecuarse.